Aunque no es nada sorprendente, los datos lo han confirmado: el sedentarismo ha aumentado como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Eso es lo que se deriva de una encuesta realizada por MC Mutual, en el que se recogen datos como que los  empleados que realizaron teletrabajo permanecieron sentados 3 horas más de media al día.

Como era de esperar, el problema ha empeorado más entre aquellos trabajadores con un tipo de trabajo sedentario (lo conocido como “trabajo de oficina”), en el que su rutina laboral los obliga a permanecer largas jornadas sentados y/o sin moverse de una silla, algo que puede resultar verdaderamente peligroso para la salud.

Hay que recordar que, tal como explicamos en este blog, la tendencia del teletrabajo sigue alta en nuestro país, donde un año y medio después del inicio de la pandemia, un 30% de empleados se encuentran teletrabajando. En ese contexto, según la encuesta de MC Mutual, el porcentaje de trabajadores de oficina con un índice de actividad baja pasó a ser del 32,3 % antes de la pandemia al 55,2 % en el caso de los llamados “trabajadores de oficina” que trabajaron en remoto durante la pandemia.

Consecuencias de un exceso de sedentarismo

Es importante recordar que la disminución de la actividad física lleva asociados un gran número de riesgos para nuestro organismo. Más allá del aumento de posibilidad de sufrir obesidad o sobrepeso (los riesgos más conocidos), el sedentarismo laboral puede generar contracturas y dolores musculares, hipertensión, diabetes o problemas circulatorios, entre otras dificultades de salud.

De hecho, según un estudio realizado por la School of Public Health de la University de Sydney, el riesgo por mortalidad aumenta un 5 % por cada hora de más que estamos sentados a partir de las siete primeras, independientemente (y esto es muy importante) de la actividad física que se realice en otros momentos del día.

Aunque lógicamente el problema del sedentarismo se acentúa más entre los trabajadores con empleos de poca (o nula) actividad física, el estudio de MC Mutual corrobora que la disminución de la actividad física también ha afectado a aquellas personas que realizan un trabajo de mayor movilidad. Así, según se desprende del estudio, este grupo de trabajadores ha pasado de estar sentados una media de 4 horas al día a 6,8 horas diarias.

También es importante destacar que las pausas en horario laboral (totalmente necesarias, especialmente para aquellas personas que realizan teletrabajo), no son un atenuante del sedentarismo si no se efectúan de forma correcta. Aunque es importante levantarse de la silla con cierta frecuencia durante nuestra jornada laboral, si lo hacemos para descansar cinco minutos en el sofá, la acción no tiene beneficios. Hay que aprovechar estos pequeños descansos para hacer mover el cuerpo, ya sea dando breves paseos o realizando pequeños esfuerzos, como subir o bajar escaleras.

Teniendo en cuenta que hay muchos trabajadores en España que llevan prácticamente dos años desarrollando su actividad a distancia, las empresas ya han tenido tiempo para desarrollar planes de prevención de riesgos laborales en los que no solo se pretenda evitar posibles accidentes, sino que conciencien a los empleados de los riesgos de un excesivo sedentarismo. Promover hábitos saludables entre los trabajadores también es una de las obligaciones del departamento de PRL de cualquier empresa.