Salario, conciliación, seguridad laboral, ambiente de trabajo y flexibilidad son las prioridades de los trabajadores españoles, según datos del informe Randstad Employer Brand Research 2019. Estas preferencias y su orden de importancia son relevantes a la hora de establecer el perfil de empresa actual.

La mayoría de empleados, hoy en día, dan por superada esa fase en la que lo único que importaba era el trabajo, y esto es algo que ha venido dado, en gran parte, por el creciente interés en la conciliación familiar, un aspecto  que aun es una asignatura pendiente, y así lo reflejan los datos que afirman que 8 de cada 10 mujeres de España aseguran tener problemas de conciliación laboral y familiar.

Paralelamente, también el buen ambiente de trabajo y la seguridad laboral son cada día más determinantes para los trabajadores. No se trata de ir a trabajar por obligación a cambio de un salario, sino de hacerlo de la mejor manera posible, estando a gusto y sintiéndose seguro.

En este sentido, las empresas del siglo XXI que realmente quieran fomentar su producción y crecimiento deben tomar medidas para tener empleados sanos dentro de organizaciones saludables,  y eso va mucho más allá de un salario competitivo.

Las empresas sanas o saludables cuentan con empleados felices, son competitivas y eso provoca su crecimiento en el mercado. La satisfacción laboral y la efectividad son dos de los rasgos más destacados que caracterizan a este tipo de empresas.

El empleado actual no es feliz solo con una buena nómina; quiere flexibilidad horaria (un ámbito en el que el teletrabajo actual debería ser muy generoso), un buen ambiente de trabajo, un plan de carrera en el que pueda crecer y, por supuesto,  sentirse valorado.

¿Cómo convierto mi empresa en una organización sana y saludable?

Una empresa saludable es aquella que ha ido más allá a la hora de organizar su entorno. Aunque diversos estudios afirman que esta tendencia se inició en la década de los 90 del pasado siglo, la verdad es que aún queda mucho camino por recorrer.

Dependiendo del tipo de empresa, y siempre según la naturaleza del trabajo que se desarrolle, las medidas para hacer que una organización sea saludable serán unas u otras. No obstante, por lo general, los tres ejes a tener en cuenta serían los siguientes:

  • Fomentar la creación de ambientes de trabajo saludables, en los que se alcance un bienestar físico y mental.
  • Promover estilos de vida personal y familiar, que incluyan actividades físicas y de nutrición.
  • Impulsar el liderazgo y fomentar el reconocimiento del trabajo bien hecho.

Según recoge la revista especializada RH Saludable, el  Decano de la Facultad del Trabajo y Comportamiento Humano de la Universidad SEK de Ecuador, Pablo Suasnavas, destaca su “coincidencia con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a la definición de ambientes de trabajo saludables, que son aquellos en los que los directivos y trabajadores colaboran conjuntamente en la aplicación de procesos de mejora continua, a fin de promover la salud y el bienestar de todas las personas”.

Como hemos visto en posts anteriores sobre el impacto de la salud laboral, el beneficio de tener una empresa sana va más allá de lo aparente. No se trata solo de evitar accidentes, sino que un ambiente de trabajo seguro mejora el bienestar emocional de los empleados, al tiempo que aumenta la productividad y tiene un impacto positivo en sus resultados.

En ese sentido, consideramos imprescindible un software que nos permita gestionar de forma completa la Prevención de Riesgos Laborales (PRL), como Alejandría. Una herramienta fácil pero completa para tener un control completo sobre la gestión de la salud en nuestros equipos, algo que nos ayudará a conseguir la meta de ser una empresa saludable.