La pandemia producida por el COVID-19 ha cambiado prácticamente todo nuestro entorno, y las empresas no son ajenas a ello. De hecho, casi todas las organizaciones han experimentado cambios importantes desde marzo del 2020, siendo el teletrabajo el más importante. En este contexto, las empresas saludables han tenido que ir un paso más allá para asegurarse que sus empleados sigan gozando de la máxima protección posible  tanto frente a riesgos laborales físicos como psicológicos.

Pero antes de entrar en materia, debemos recordar qué significa una empresa saludable. Este concepto, muy de moda en los últimos años, se refiere a aquellas organizaciones en que hay una clara  preocupación por mejorar la salud de los trabajadores de forma permanente, haciendo más saludable tanto todo lo relacionado con el ámbito laboral como, incluso, recomendando mejores hábitos fuera de la compañía.

Aunque un importante primer paso es utilizar un software de prevención de riesgos laborales, las obligaciones de una empresa saludable no acaban aquí. No se trata solo de impedir que los empleados sufran accidentes y enfermedades, sino de impulsar iniciativas que ayuden en otros problemas como gestionar el estrés, las emociones o prevenir lesiones.

Una parte importante de la estrategia de una empresa saludable se basa en formaciones o eventos dirigidos a potenciar el bienestar de sus trabajadores, acciones que con el teletrabajo pueden llegar a verse amenazadas. Esto sucede, además, en un momento en el que los empleados necesitan más supervisión que nunca, al mismo tiempo que hay que darles consejos relacionados con la prevención de riesgos laborales.

Gracias al gran catálogo de plataformas y herramientas actuales, la distribución de los contenidos se adapta a esta nueva etapa: los eventos pueden realizarse en remoto o la información puede mostrarse a los empleados en la Intranet (aunque para que sea vista hay que presentarla de forma original y atractiva). También hay otras opciones, como los chats de grupo, contenidos en streaming, etc.

Los trabajadores de las empresas saludables obtienen, en muchas ocasiones, información no solo relativa a su puesto laboral, sino relacionada con temas de máxima preocupación hoy en día, como todos aquellos relacionados con la COVID-19. El empleado considera que una empresa saludable es una buena fuente de información.

En este sentido, también hay que destacar que la necesidad de ofrecer información útil y actualizada sobre la pandemia ha puesto a muchas organizaciones en el buen camino para convertirse en empresas saludables, al empezar a preocuparse por el bienestar de sus empleados (y de su entorno) más allá del horario laboral.

Los beneficios de cuidar la salud laboral de los trabajadores son indiscutibles: menor absentismo, mayor productividad y empleados más felices y con mayor sentimiento de pertenencia a la empresa, factores realmente importantes para seguir avanzando en la nueva normalidad laboral.