¿Es la salud ahora lo más importante o, en realidad, lo ha sido siempre y por fin ha llegado el momento de reivindicarlo? Sea cual sea el caso, lo que es indiscutible es que las empresas necesitan tener empleados saludables, porque de la salud laboral dependen muchos otros factores.

Y aunque, como no podía ser de otra forma, hemos dedicado también en este blog algunos artículos a hablar de la candente actualidad, el teletrabajo y el coronavirus, no hay que limitar el concepto “empleado saludable” a “empleado que goza de buena salud”. Porque sí, efectivamente, ahora mismo parece que lo más importante del mundo es que nuestros equipos no tengan COVID, pero tener trabajadores saludables va mucho más allá…

Tener empleados saludables significa tener a profesionales que, más allá de gozar de buena salud, tengan también adquiridos unos buenos hábitos laborales. Propiciar que así sea depende tanto de la empresa como del empleado, es una responsabilidad compartida donde ambas parten salen ganando.

Habitualmente, las acciones para tener una plantilla de trabajadores que gocen de una buena salud laboral empiezan en la comunicación (interna) de la empresa. Muchas lesiones y enfermedades profesionales se pueden prevenir mediante un sistema de comunicación establecido. Es totalmente recomendable diseñar un protocolo para compartir los procedimientos de seguridad de la compañía e ir revisándolo periódicamente con los empleados existentes.

Aunque cualquier trabajador de la empresa debe tener siempre a su disposición la información necesaria para poder disfrutar de una buena salud laboral, es bastante lógico que los trabajadores de nueva incorporación sean los que necesitan una mayor profundización sobre el tema.

No se trata solo de formar correctamente a los nuevos empleados, sino de tener la certeza previa que los nuevos trabajadores disponen de la experiencia profesional para realizar las tareas requeridas en su puesto de trabajo sin riesgos innecesarios y con toda seguridad.

Los grandes enemigos de la salud laboral.

A veces nos resulta más evidente entender las cosas sabiendo qué debemos evitar para lograr nuestros objetivos. Veamos a continuación un pequeño listado de posibles causas que pueden hacer descender el nivel de salud laboral de nuestra empresa.

  • Desorden: Por muy extraño que nos pueda sonar el concepto “desorden” en el lugar de trabajo, es una realidad en muchas empresas. Aunque es importante que los empleados tengan su espacio de trabajo individual (siempre que el tipo de actividad lo permite), y ese lugar esté mínimamente a su gusto, es importante hacer hincapié en que el orden es esencial en un lugar que compartes con más gente. Pequeños (e inesperados) sucesos como un tropiezo o un golpe con un objeto fuera de lugar son algunos de los accidentes laborales más comunes.
  • Monotonía extrema: Debe quedar claro que al lugar de trabajo se acude a… trabajar, por supuesto. No obstante, pequeños alicientes como pueden ser una máquina de café o un dispensador de agua ayudan a romper la habitual monotonía de muchos trabajos, evitando así una fatiga extrema.
  • Exceso de trabajo: lamentablemente, un tema muy de moda en los últimos meses, sobre todo en relación al ámbito sanitario. Es obligación de la empresa poner objetivos realistas a los empleados, exigiendo que den lo máximo y mejor de sí, pero sin permitir que la situación les colapse. Además, es muy importante que cualquier trabajador pueda desconectar de sus obligaciones para conseguir que sean empleados saludables.
  • Estrés: Posiblemente el peor enemigo para las empresas (y empleados) saludables. Propiciado muchas veces por una sobrecarga de trabajo o, no en pocas ocasiones, por un mal ambiente laboral, el estrés acaba produciendo en muchas ocasiones absentismo laboral e incluso siendo la causa de bajas laborales de larga duración.

Recuerda que, como ya hemos explicado en distintos posts, una empresa saludable debe promover cuatro aspectos clave para lograr sus objetivos: la salud, el bienestar, la seguridad y la sostenibilidad.

En la combinación de estos cuatro factores, podríamos decir que un empleado saludable es lo más parecido a un “empleado feliz” (de hecho es un concepto que últimamente está en auge), un estado en el que la empresa también sale ganando claramente, ya que los empleados con una buena salud laboral sufren menos accidentes, tienen una mayor productividad y eso impacta positivamente en los resultados.

En Ergos UP, como especialistas en software de salud laboral y PRL, somos conscientes de que no es fácil controlar ni gestionar los aspectos relacionados con la medicina del trabajo y el bienestar en la empresa. Es por ese motivo que llevamos años desarrollando software especializado en salud y seguridad laboral, programas que ayudan a empresas de todos los tamaños y sectores a conseguir sus objetivos en materia de seguridad laboral y hacen más fácil tener a empleados saludables.